Mamita, la bendición

¡Chuta que tontera, aquí va de nuevo! “QUÉDESE DONDE ESTÁ!”, escucho a mis espaldas que me grita un policía mientras las intensas luces de la patrulla alumbran la escalinata por la cual subo a diario. Eran alrededor de las 10:30 pm y no hacía otra cosa que caminar hasta mi...