Puntos

-Mami, ¿has visto mi schaufel amarilla, esa que estaba en la sandkiste?”-me dice Sofía, mirándome con sus ojos grandes y luminosos, esperando una respuesta que solucione su problema.

-No te entiendo si me hablas así todo mezclado… ¡y tanto alemán ME DA PUNTOS!

-oooookeeeiiii…Mami, ¿has visto mi palita amarilla, la que estaba en el arenero?

¡ME DA PUNTOS!

Ésta es mi arma especial para que en mi casa se hable más español. Al vivir en Alemania ya hace bastantes años, tener amigos alemanes, televisión y radio en alemán, y ser parte activa de la sociedad alemana, el idioma que más escuchamos y hablamos es, obviamente, el alemán.

Nací en Chile y crecí en mi lindo Ecuador. Soy latina de corazón y sangre. Fui al colegio alemán, en el que no me fue tan bien…es más, me fue bien mal, por el idioma por supuesto. En sexto grado me dieron el pase de año condicional, si cambiaba de colegio. Juré nunca más hablar alemán… ¡nunca más! Pues bien, no resultó. Conocí a mi esposo, un chico alemán, en un intercambio de la universidad en USA. Entre nosotros seguimos hablando en inglés, pues éste fue el idioma en el que nos conocimos (de mi alemán aprendido en el colegio, quedaba la nada misma). Tomé cursos de alemán, desde cero. Al inicio mis clases eran de seis horas diarias, luego aprendí con la tele y conversando con mis nuevas amigas alemanas, con quienes no sólo aprendía a soltar la lengua, sino gramática y frases coloquiales.  Ahora lo entiendo y lo hablo bien, con errores -que no me importan mucho- y mi acento latino bien puesto -por el que me piropean y diferencian-. Me comunico y desenvuelvo perfectamente así.

Soy mamá a tiempo completo de mis cuatro amores, cada uno distinto y maravilloso. Ser mamá es mi mayor privilegio, mi gran suerte. Cuando mis hijos eran pequeños, pasábamos mucho tiempo juntos y hablábamos solamente en español.  Al entrar al jardín de infantes, lo hicieron con poco o nada de alemán, pues el tiempo que mi esposo pasaba con los niños era mucho menos que yo, por su trabajo. A medida que pasaba el tiempo, entre actividades y amistades, el alemán fue aumentando y ganando terreno…tanto, que a veces me abombaba. Aclaro, no tengo nada en contra del alemán, pero tengo mucho a favor del español.  

En mi casa se hablan tres idiomas: alemán y español perfectos -de acuerdo a las edades, claro está­- y el inglés, todavía en construcción. Es una gran mezcla, y estamos orgullosos de nuestro logro. Es mucho más trabajo, pero vale la pena. Si mis hijos me hablan a mí, me hablan en español. Si le hablan a papá, en alemán -aunque él también habla español sin mucho problema-. Entre ellos, el idioma que escogen va de acuerdo a la actividad que hacen: cosas aprendidas en casa, en español; mientras que juegos o canciones traídos de afuera, en alemán.  Cuando comemos, se hablan los tres idiomas al mismo tiempo. “Me pasas, por favor, el pan” “Papi, ich möchte gerne ein Brot mit Butter essen” “Would you like some more juice?”. Gracioso es cuando vienen visitas, pues entienden solo partes de lo que pasa y veo sus caras de confusión. Algunos de ellos ya han empezado clases de español. Maravilla. Buena influencia.

He hablado con muchas personas sobre este tema, especialmente con “familias internacionales”, donde uno de los integrantes habla otro idioma como idioma materno. Muy pocas de estas familias han logrado que se mantenga activo el segundo idioma. Muchas veces los niños prefieren contestar solamente en alemán, aunque entienden todo. Hay muchas razones que he escuchado: el idioma no es lo suficientemente interesante para el niño, mucho trabajo, falta de tiempo, pereza, motivación, entre otros. Al final, pienso yo, es una gran pérdida. Yo estoy convencida que de la mano del idioma va la cultura. Uno se expresa diferente en otros idiomas:  el trato es diferente, el sentido del humor, la música, el baile… ¡hasta el tono de voz cambia!

Mis hijos son mitad latinos y mitad alemanes, y cada uno se siente y lo siente diferente. Ése es su derecho, es como se identifican. Tienen una mezcla interesante de dos culturas maravillosas y totalmente diferentes, dos formas diferentes de ver la vida. Mis hijos tienen la gran suerte -y la gran ventaja- de saber combinar dos mundos. Con estos tres idiomas tan importantes, se pueden desenvolver sin problemas en la mayoría de países en la parte occidental del mundo. Les ha dado flexibilidad, una mente abierta, y expandido sus horizontes. Todo esto lo utilizarán para convertir este mundo en un lugar mejor. Es uno de los mejores legados que les puedo dejar.

Mientras tanto, yo sigo mi camino. Mi camino ha dejado de ser MI camino y se ha convertido en un camino conjunto, siempre acompañada de mis satélites, esos que leen los textos que escribo y me los corrigen, con un tono de dulzura y picardía en su voz. “Mami, no es ein sino einen” Nunca lo lograré… Tampoco me hago lío. Uno de mis primeros profesores de alemán hablaba sobre los artículos en alemán… para algunos hay reglas; para los otros, memoria o suerte.  Así me siento…entre memoria y suerte. Y los PUNTOS seguirán viniendo, y yo seguiré luchando con cariño y alegría en su contra, para mantener mi “isla latina” en este extenso y profundo mar.

Autora: Florencia Montenegro.

Una de tantas historias incompletas sobre mujeres. Historia 1/12

11 Comments

  1. Miguel Mendez

    Excelente historia familiar, muchas de estas se repiten hoy en día con los jóvenes de esta época. Felicitaciones a su autora.

  2. Camila Montenegro

    Se necesita ser muy valiente para mantener tradiciones. Gran historia, y es de verdad! Porque yo los he visto, es mi hermana y su familia alemana. Es un agrado poder comunicarse con ellos y que nos podamos entender y compartir el cariño a través del idioma. Gran mujer, alegre y positiva! Le tengo gran admiración. Felicitaciones por este gran verdadero artículo.

    1. admin

      Muchas gracias Camila por tu mensaje. Todos en incompany le tenemos una gran estima a tu hermana y le agradecemos que nos acompañé en este proyecto.

  3. Christian Espinosa

    Me encantó leerte. Saber que tus críos serán unas mejores personas en este mundo, con mente abierta y perspectiva. Los valores que siembres en ellos estoy seguro que marcaran la diferencia. Que lindo saber de tu familia, en la faceta de la multilengua.
    Me gusto la nota
    saludos desde el lindo Ecuador

    1. admin

      Gracias Christian! En efecto, la mezcla de culturas es enriquecedor para cualquier persona.

  4. Pamela

    Hermosa y real historia. Gracias por el legado Flo de criar niños con tolerancia a otras culturas y por supuesto empatía. Se el esfuerzo que significa y el resultado vale la pena. Que hermoso que conserves la “isla latina “ y q la vez seas una motivación para que otras familias extranjeras mantengan el idioma madre. Te escucho diciendo “me da puntos” 🙂

    1. admin

      Muchas gracias por tu comentario Pamela! Estamos convencidos de que esta historia resonará en muchas familias que pasan por situaciones similares en todo el mundo!

  5. Francisco

    Querida FLORENCIA:

    Muy bonito y completo artículo de la vida familiar, me alegra que te enorgullezca tu raíz y luches por mantenerla, sobreponiendo a la rutina que me imagino trata de destruirla.
    Es importante darle a los hijos las herramientas para surgir en el futuro, pero también es importante recordarles sus orígenes y de dónde vienen, haciéndolos sentir orgullosos de quienes son, tratando de preservar nuestro origen. Como sabes, tuve la suerte de crecer cerca de nuestra abuela y aún recuerdo cuando nos contaba historias familiares, de nuestros antepasados y de los orígenes de nuestros apellidos.
    Creo que ayuda mucho a la autoestima y como diría Juan Pablo puede ayudar también a comprender y superar incluso trabas que acarreamos hasta el día de hoy.

    Un gran abrazo prima y que alegría lo que haz construido.

    1. admin

      Muchas gracias por tu comentario Francisco! Siempre hay que estar orgulloso de nuestras raíces para poder construir un mejor futuro.

  6. Silvia Eguiguren

    FELICITACIONES FLORENCIA . Me encanta tu historia porque nos enseña que se puede combinar lo mejor de los mundos en que te ha tocado hacer tu vida y contruir sobre ellos

    1. admin

      Gracias por tu comentario Silvia! Disfruta de esta y otras historias en nuestro portal!

Responder a Silvia Eguiguren Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *